Mi reseña sobre "Mar Adentro".

Dirigida por Alejandro Amenábar y protagonizada por el español Javier Bardem, “Mar Adentro” es una película que narra la historia de Ramón (Javier Bardem) que, debido a un traumático accidente en el mar, queda tetrapléjico y esa tetraplejia a la que está sometido le arranca por completo las ganas de vivir, siendo su último deseo la muerte. Para alcanzar ésto contrata una abogada para que lo ayude en la lucha con los tribunales, para lograr la legalización de la aplicación de la eutanasia, ya que en su estado y gozando de plena salud mental, era un delito ante la ley. La abogada es Julia (Belén Rueda)

En medio de toda la batalla que presentaba Ramón, con la ley y consigo mismo, llega a su vida Rosa (Lola Dueñas), una chica humilde, madre de dos hijos. Mientras Julia lo ayudaba a conseguir la muerte, Rosa trataba de empapar a Ramón de ganas de vivir.
Ahora, una de las preguntas que me hice durante y después de la película: ¿Por qué esas ganas tan inmensas de morirse? Ok, estaba tetrapléjico, debe ser HORRIBLE Y TRAUMÁTICO estar así y le deben entrar a uno ganas como de morirse, pero seguro al tiempo se nos esfuma esa idea, convenciéndonos de que la vida vale la pena. Estaba tetrapléjico pero gozaba de una buena salud mental, estaba dotado de una sensibilidad excepcional, escribía precioso y pues podía sentir cosas bonitas, podía amar. Pero eso no era suficiente para él. Se quería morir.

¿Por qué se quería morir? ¿Por qué ese deseo persistió durante 27 años, sin caducar?
Porque eso no era vida para él. Porque no soportaba la idea de no sentir, no sentir la arena entre los dedos de sus pies, ni el mar en su piel. Él fue marinero, viajo por todo el mundo. Era un alma libre.

Sí, estaba dotado de una gran sensibilidad. Amó y se enamoró como todos. Pero no soportaba la idea de no poder ni siquiera rozar las mejillas de su amor con uno de sus dedos. No poder estrechar sus manos con las de su amada (en una escena de la película, él calificó éste acto como “viaje imposible”). No poder amar en cuerpo y alma a su amor. No poder sentir el calor de su amada.


Enamorarse de Julia y comprender que no podrá experimentar éstas cosas, lo hizo desear la muerte con más fuerza todavía. Entró en crisis, se quería morir. Pero ella no podía ayudar a morir a su amor, así que finalmente lo abandono en su lucha por la muerte, desapareció por completo de su vida. Él pensó que ella en realidad no lo amaba, porque quien ama en realidad desea lo mejor para la otra persona, quiere su felicidad y tranquilidad, y eso era la muerte para Ramón. Su descanso. Después de estar en contra, Rosa fue quien lo ayudo a morir, que había estado enamorada de él desde que lo conoció. Y así termina la historia. Ramón muerto por la ingesta de una dosis de cianuro potásico y Julia demente, sin recuerdo alguno de él.


Durante toda la película mis ojos estuvieron aguarapados, es que la actuación de Bardem estuvo GENIAL. Pero el final, EL FINAL fue lo que me termino de quebrar, haciéndome llorar un río.
Y pensar que a veces nos quejamos por tonterías “tengo que levantarme temprano”, “tengo que ir a trabajar”, “tengo que ir a la universidad”, “qué pereza CAMINAR” (lo digo siempre), “tengo que lavar, cocinar…”, y otras billones de cosas. Somos unos egoístas malagradecidos, gracias deberíamos de darle al cielo por estar llenos de salud y poder hacer todo eso y más. Ésta película también nos deja otra enseñanza, en mi opinión, y es que a veces ponemos muros de acero delante de las cosas que queremos, las vemos imposibles y es más fácil decir “no puedo”. Vemos a billones de años luz nuestros sueños, nuestras metas. No puede estar esto más alejado de la realidad. Tenemos TODO lo necesario para alcanzar lo que queremos, tenemos salud que es lo primordial. La cuestión es luchar por ello. Depende de nosotros solamente.

Ok, ya termino con el análisis psicológico de Ramón :-)