Si tú no vas por las cosas, estas simplemente...desaparecen. Y el sentimiento que queda después de la "no-lucha" es nada agradable.
domingo, 17 de enero de 2010
Pensamientos 11:11.
Si tú no vas por las cosas, estas simplemente...desaparecen. Y el sentimiento que queda después de la "no-lucha" es nada agradable.
jueves, 7 de enero de 2010
Entre el deseo y el deber.
Tienes una vida, tienes ocupaciones y responsabilidades, tienes aspiraciones e ideales muy separados en el tiempo de los de ella. El tiempo que nunca favorece y más bien entorpece. Siempre atrasado o adelantado, nunca exacto.
Ves su sonrisa y todo el discurso anterior, todos los “adiós” y peleas pasadas se desvanecen, te dices “TENGO QUE ESTAR CON ELLA”. Imaginas las noches de amor con ella, los tibios despertares. Su olor por las mañanas… te encanta su olor por las mañanas, te encanta que dure mil horas duchándose. Hasta su aliento te encanta, te parece familiar. Podrías estar desnudo sobre su cintura el resto de tus días. Lo sabes.
Trabajar, casarte, tener tu casa, sentirte estable. Lo que tú y todas las personas de este mundo buscan. Estabilidad. Buscas estabilidad, justo esa estabilidad que ella, en este momento de su vida, lleno de tantas y tantas cosas, no puede darte. Pero igual quieres estar con ella.
En tu cabeza retumba “estabilidad…estabilidad”… no queda más remedio que el adiós y tres “lo siento” al final.
jueves, 31 de diciembre de 2009
Mis deseos para este 2010.
- Equilibrar mi vida emocional con mi vida académica.
- Dar más amor a los que me rodean, no se sabe si mañana van a estar a nuestro lado.
- Dejar de pelear tanto.
- Dejar de tomarme las cosas tan a pecho.
- Dejar de aferrarme a cosas y dejar de sentir tristeza al perderlas. Comprender que todo es un ciclo, un aprendizaje. Nada es para siempre.
- Ser más humana y menos robot.
- Irme de vacaciones.
- Celebrar mi cumpleaños. Sí, nunca lo he celebrado, siempre me quedo en casa, la familia me trae tortas y “feliz cumpleaños”. Este 2010 quiero algo distinto.
- Este 2010 quiero vivir.
- Espero que todo lo que he pasado este 2009 me ayude a vivir mejor en el 2010.
- Que toda mi familia, amigos, conocidos y yo tengamos mucha salud.
- Este 2010 quiero tener esperanzas y querer algo, sentir la emoción de cuando en realidad amas algo, ese sentimiento bonito, que no hace daño. El sentimiento que sentí cuando ví a Pedro Castillo en concierto. Sentirme enamorada de la vida como lo estaba en ese momento.
- Los más importante: este 2010 quiero ser feliz =)
2009... mi resumen de este año.
La parte emocional…todo un desastre. Perdí cuatro personas este año, dos de manera física, un tío y un abuelo, y dos de manera espiritual. Es decir, por diversas razones perdí su amistad/relación que mantenía con ellos. Sí, son ustedes, X y M. Eran súper importantes esas personas en mi vida. No sé cual de los dos tipos de desaparición es peor. Esas cosas hicieron que mi 2009 emocional resultara pésimo, triste, decepcionante. Eso hizo que este diciembre sea el peor diciembre. Por suerte, he conocido gente increíble a través de Twitter, que me han sabido apoyar en estos momentos y han estado ahí, haciendo este negro menos negro. Además de eso, pude fortalecer mi amistad con @imraff, gracias por soportarme, gracias por ayudarme. Gracias Rafa, Gracias chicos.
Agradezco a Dios por este año, por todas las cosas buenas y malas que me pasaron… las cosas buena quedan para el recuerdo y las malas/tristes que quedan como experiencia, aprendizaje.
Adiós 2009.
lunes, 28 de diciembre de 2009

Esperar que algo pase, sin nosotros buscarlo. Si en algo nos caracterizamos es en buscar las cosas que deseamos hasta el cansancio, hasta el hastío, hasta conseguirlas. Por primera vez quiero parar la búsqueda y que ese algo me encuentre. Quiero dejar de buscar cosas que necesito y encontrar lo inesperado, lo que nunca soñé ni imagine. Llenarme de la adrenalina y curiosidad que te dan las sorpresas, lo extraño, lo desconocido. A veces hay cosas que no necesitas pero que te hacen muy feliz encontrarlas.
Sentarse y esperar. Esperar que algo cambie, en el mundo, en nosotros. Esperar que suene el teléfono, una llamada, un mensaje. Esperar por miradas de consuelo, miradas de perdón, miradas conciliadoras. Esperar aquella alineación de los planetas, esa que te haga manejar 10.000 km hasta a mí, que te haga atravesar y vencer los 10.000 km que nos dividen. Lo peor será vencer los 10.000 km mentales que nos alejan.
Sentarse y esperar. Esperar. Esperar pacientemente por un cambio, ese que le pueda dar algún sentido a tu vida, a mi vida, a nuestra vida.
A nadie le gusta esperar... pero sigo y seguiré esperando. Aunque muy probablemente “esperar” nunca nos lleve a ninguna parte.