lunes, 28 de diciembre de 2009

sentarse y esperar.
Foto tomada por mí.

Esperar que algo pase, sin nosotros buscarlo. Si en algo nos caracterizamos es en buscar las cosas que deseamos hasta el cansancio, hasta el hastío, hasta conseguirlas. Por primera vez quiero parar la búsqueda y que ese algo me encuentre. Quiero dejar de buscar cosas que necesito y encontrar lo inesperado, lo que nunca soñé ni imagine. Llenarme de la adrenalina y curiosidad que te dan las sorpresas, lo extraño, lo desconocido. A veces hay cosas que no necesitas pero que te hacen muy feliz encontrarlas.

Sentarse y esperar. Esperar que algo cambie, en el mundo, en nosotros. Esperar que suene el teléfono, una llamada, un mensaje. Esperar por miradas de consuelo, miradas de perdón, miradas conciliadoras. Esperar aquella alineación de los planetas, esa que te haga manejar 10.000 km hasta a mí, que te haga atravesar y vencer los 10.000 km que nos dividen. Lo peor será vencer los 10.000 km mentales que nos alejan.

Sentarse y esperar. Esperar. Esperar pacientemente por un cambio, ese que le pueda dar algún sentido a tu vida, a mi vida, a nuestra vida.

A nadie le gusta esperar... pero sigo y seguiré esperando. Aunque muy probablemente “esperar” nunca nos lleve a ninguna parte.

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