sábado, 22 de enero de 2011

sin título

cada vez que me dicen te quiero me pongo a sudar.
siento que estoy en aprietos,
en una suerte de compromiso con el emisor de tan preciada frase,
frase que al receptor llena de miedo

no quiero decepcionar
tampoco prometer
soy de poco prometer y mucho romper

no quiero sentir remordimientos
nunca me debí a ti
nunca respondí al compromiso
a ti

al aire no lo pueden encerrar
siempre se te escapa por las rendijas de las ventanas
por la línea que divide tus labios

al aire no lo puedes encerrar
y yo estoy tan dispersa como él

domingo, 2 de enero de 2011

De supuestos

yo, supuestamente, ya te había olvidado. Estabas como dormido y sólo tu respiración notaba. El sonido de la respiración es casi imperceptible y así estabas tú. En unos de mis rincones, contra la pared y tapadito con una manta negra, camuflado entre lo oscuro, lo escondido. Ahora, pues, ni idea qué está pasando. No sé si fue diciembre, o señales cósmicas del universo las que te despertaron, lo cierto es que reviviste. En mí. Tus recuerdos, mis recuerdos, tu música y la mía, tu voz ahora están a todo volumen cuyos decibelios están muy por encima de lo que yo puedo soportar.

Si me preguntas, yo te quiero olvidar

Si te preguntas, quiero que me llames y confieses que sigues sintiendo lo mismo que yo

cuando me tomabas de la mano

cuando me dijiste que querías estar conmigo

cuando no sabíamos qué hacer y me besaste





irremediablemente, extrañándote.