domingo, 21 de marzo de 2010

Divagando.

Ir y venir sin quedarse ni pertenecer a algún lugar. A veces pienso que todos tenemos tiempo mas no calidad de tiempo. Perdemos tantos posibles valiosos momentos por cosas triviales e innecesarias, lo hacemos tan seguido que ya es una costumbre, ni nos damos cuenta ni lo podemos evitar. Posibles momentos. Posibles momentos atesorables: beber un vaso con jugo en la mañana, casi desnuda frente a una ventana sintiendo la brisa de domingo; ver Amélie o Garden State en el sofá; cantar "Only wanna be with you"; cocinar. Idioteces, cosas simples y cotidianas que con el tiempo se logran apreciar, cosas que no muchos valoran pero yo, soñadora como siempre, creo únicas e irrepetibles.

Posibles momentos atesorables que se pierden en los problemas y dificultades del día, en lo agobiante que se pueden volver ciertas cosas. Eso no es vida, me lo repito día a día. A veces sólo quisiera, por un momento, ver a mi alrededor y darme cuenta que aún existen miradas cálidas, brazos que esperan por buenas nuevas. Despertar. Ese es el verbo de esta semana.

sábado, 20 de marzo de 2010

Patrimonio musical del Zulia: Víctor Hugo Márquez.


El amor lo impulsa a continuar con sus múltiples ocupaciones sin descanso.
Fue un niño precoz. En la palabra “trabajo” encuentra su forma de vida. No hay excusas, querer es poder.

Con un abrazo, así nos recibió Víctor Hugo Márquez García en una de las aulas de la Facultad de Humanidades de La Universidad del Zulia. Declarado patrimonio musical del estado e Hijo Ilustre de Machiques de Perijá, Víctor Hugo ha sabido ganarse un lugar dentro de la región y Venezuela con su invaluable carisma y talento. Además de Abogado, Psicólogo, profesor universitario... él es mucho más que gaita. Hombre de una riqueza interna incalculable, sobre eso hablaremos a continuación.


- Viendo su oficio de repentista, la facilidad de construir un verso en segundos, ¿a qué edad aprendió a leer y a escribir?
- Aprendí temprano, me aprendí la cuartilla a los 4 años, pero un poco antes de aprenderme la cuartilla, antes de cumplir los 2 años me cuenta mi familia que cantaba las canciones del disco que sonaba en el abasto de Diego Caballero, que quedaba cerca de casa, y era capaz de anticipar la canción siguiente y de una vez caía en el tono, siendo difícil afinar en esas edades…eso ya anticipaba lo que venía. También tuvo que ver el estímulo que me brindaban; recuerdo cuando Blanquita, una vecina que pasaba todos los días frente a mi casa, me recitaba versos que posteriormente me preguntaba, a manera de interrogatorio y yo gustosamente los repetía. Eso tuvo que haber significado un estímulo social determinante en mi desarrollo en esa etapa. Mis hermanos empezaron a notar ese talento y me ponían en las plazas del pueblo a declamar los versos sin siquiera saber leer o escribir, era pura oralidad eso.

- ¿Existió alguien que lo motivara a ir hacia esa línea musical?
- Mi papá fue el que me dio los primeros estímulos para comenzar, gracias a su cualidad de repentista. Pero hubo una época de silencio donde él escondió a propósito este talento por su condición de perseguido por escribir versos clandestinos sobre el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Papá, en ese momento, me facilitó música mas no versificación, me compró todos los instrumentos que le pedí desde niño pero sí hubo un silencio con respecto a la improvisación.

- Dotado de esa sensibilidad que lo caracteriza al hablar y componer, ¿cómo llegó a ser abogado?.
- Ah, porque cuando yo tenía 7 años le dije a mi padre que quería ser músico y él me dijo que encantado de la vida, que la música era muy linda, que lo podía hacer pero con una condición, que no dejara de estudiar: “Cuando vos seais grande teneis que ser abogado, y si es en Derecho Internacional, mucho mejor.”
Entonces cuando terminé mi primer año en Psicología, me preinscribí en la UCV, terminé la carrera y le dí ese regalo a papá.

- Ser Abogado, Psicólogo, músico y profesor universitario debe ser agotador. ¿Qué es lo que lo motiva a seguir?.
- La motivación principal que hay en la vida es el amor. Papá me quiso mucho y sembró mucho amor en casa y mamá todavía está prodigándome ese amor con 81 años de edad. Una de las tareas de los adultos maduros es sostener a los padres ancianos y en eso estoy yo. Yo tengo decretado que debo ser un hombre con mucha energía y salud porque, primero, aspiro haber heredado la fortaleza de mamá y le pido a Dios todos los días que me dé esa fortaleza; y segundo darle ánimo y ayudarla hasta que Dios resuelva llevársela con él. Otra de las cosas que me impulsa a seguir es ayudar a mis hijos, los tres postgraduados, seguir ayudándolos a ser mejores cada día más.

- ¿Cuál es el comportamiento, la actitud humana que más le desagrada?.
- Lo que más me desagrada es la desmotivación porque una persona que no quiere es una persona que se hace daño a sí misma y a un gentío. Yo puedo aceptar a una persona desordenada, puedo aceptar que me lleguen tarde a clases, puedo aceptar que me entreguen tarde un trabajo, pero no la desmotivación, la ausencia del querer.

- ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Ilan Chester?.
- Fue una experiencia muy bonita, Ilan es un hombre muy famoso y talentoso, nos conocimos hace más o menos 14 años. Estando en un concierto de él, improvisé desde el público y él me mandó a subir al escenario y hasta me puso en las manos un ramo de flores que le habían regalado a él, fue algo muy bonito. Entonces cuando estaba haciendo el disco Zulia (Tesoros de la música Venezolana) estando en Miami, y bajo la exquisita asesoría de Marcos Campos Salas, éste le dijo que tenía 9 piezas emblemáticas pero que le faltaba una décima para completar el abanico de géneros zulianos e Ilan respondió inmediatamente que el hombre para eso era yo. Él me llamó y le ayude a conseguir a la gente, a Argenis Carruyo, a Ángela, a Ricardo Cepeda, Neguito, a todos ellos para que grabaran el disco junto a nosotros.

- Hoy en día es un ícono en el Zulia y Venezuela, considerado patrimonio musical del estado, Hijo Ilustre del municipio Machiques de Perijá, abogado, además psicólogo y profesor. ¿Siente que todavía le falta algo por cumplir?.
- Sí, a mi me quedan muchas cosas por hacer, no homenajes y ese tipo de cosas. Tengo muchas cosas que hacer porque ahorita estoy trabajando con ancianos, ancianos de verdad, con gente de 90 y pico’ de años, rescatando algo que se había perdido que es el protagonismo oral de la gaita. El protagonismo oral de la gaita fue un paradigma que existió hasta los años 50 y que fue cambiado por el paradigma musical escénico competitivo. Aquello de antes era una fiesta vecinal improvisada, muchas veces devocional como la gaita perijanera a San Benito y la gaita de tambora, en el sur del lago. Entonces ésta gente fue inconscientemente relegada porque con este nuevo paradigma tú tenías que cantar bonito y ser joven para poder grabar y competir; entonces a estos viejitos los sacaron. Hoy en día, muchos de ellos, vivos aún, me han estado contando todo esto y los estoy grabando, reponiéndolos en el lugar que le corresponde, en el lugar de protagonistas orales de la época más larga de la gaita.

- Para usted, ¿qué es la gaita?.
- Es la forma de catarsis del pueblo. Los esclavos de descargaban con la gaita, expresando su sufrimiento debido a las horas inhumanas de trabajo. Hoy en día, que ya no somos tan esclavos como antes, el pueblo la usa como forma de protesta, para manifestar sus alegrías, su devoción, sin perder el humor.-

Una hora, unas cuantas preguntas nunca serán suficientes para visitar todos los rincones de éste personaje; historia, coloquialidad, gaita, sensibilidad y una gran motivación son unas de las tantas cosas que componen a Víctor Hugo y que lo acompañan siempre, dejando al descubierto su carisma y sacándole a quien lo vea y lo trate una sonrisa sincera. Humildad, motivación, superación y paz. Ése es Víctor Hugo Márquez.

domingo, 7 de marzo de 2010

1:29

Dos cobijas
una carpeta morada
un bolso y gancho grises
papeles desordenados
Papeles Inesperados
práctica de laboratorio de química:
ácido fumárico
ácido maléico
un borrador rayado
un bra
cables usb
cuaderno con todo tipo de anotaciones
cuaderno donde estoy poniendo todo en orden.
El orden justo, necesario,
el que sólo buscamos cuando
estamos al borde del colapso...
y una canción suena:
"lo que pides, lo que puedo,
lo que queda en intentos"...

Sólo eso me acompaña esta noche.
3/3/2010

Extranjera en mi tierra.

A veces, queriendo o sin querer, en eso nos terminamos convirtiendo. El viernes 5 de marzo asistí a la décima edición de la Velada de Santa Lucía, a la décima...10 años de éste evento y jamás me había animado a ir. EXCELENTE. Me encanta la idea de que los propios lugareños participen en el evento, que abran sus casas con total encanto y cordialidad, a expositores zulianos, venezolanos y extranjeros para exponer sus obras de arte.

¿Qué tal la experiencia? Genial, exceleeente. Una forma distinta y particular de admirar y apreciar el arte, una forma interesante de darnos cuenta del talento gigante que tenemos entre manos. Tuve la oportunidad de conocer gente genial, romper con las barreras cibernéticas y compartir la calidez de unos abrazos, miradas, risas y sonrisas. ¡Qué viernes tan chévere!